Bailar es una actividad que trae consigo muchos beneficios, particularmente a los niños, quienes encuentran en este ejercicio la oportunidad de mejorar su desarrollo físico, mental y emocional.

Es una forma de gestión emocional saludable y nos ayuda a tener un mejor estado de ánimo, potenciando la alegría y la positividad. Fomenta la espontaneidad y ayuda a superar la timidez y el miedo al ridículo. Reduce la presión y el estrés del día a día.

Bailando de manera regular, un niño puede ir ganando poco a poco flexibilidad, fuerza y resistencia física, además de mejorar su postura, su circulación sanguínea y su coordinación motriz. Además de divertido, el baile es un excelente ejercicio cardiovascular.

La mejor solución de todas las posibles.